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Fracturas de la Extremidad Distal del Fémur

Se define como una Fractura Supracondílea a aquella que abarca de 7 a 12 cm de fémur, medidos proximalmente de la superficie articular de los cóndilos femorales y que se puede asociar con fracturas condilares e intraarticulares.

Estas fracturas son lesiones serias que con frecuencia suponen grados variables de discapacidad significativa a largo plazo. Representan el 7% de todas las fracturas de fémur. El grado de pérdida funcional está influenciado por el grado de afectación de la articulación, el daño a los tejidos blandos o su combinación. Existen dos patrones de fractura de la extremidad distal del fémur:

  • un primer grupo es el formado por pacientes jóvenes tras sufrir un accidente de alta energía (fracturas conminutas y mecánicamente inestables), debido al incremento de la velocidad de los vehículos automotores;

  • en segundo lugar se agrupan aquellas fracturas osteoporóticas, en el contexto de un traumatismo de baja energía del anciano.

Se clasifican de acuerdo al lugar de la fractua en:

a) Supracondíleas: el trazo de fractura se sitúa a lo largo de la metáfisis distal del fémur. Se producen por mecanismo directo (impacto) o indirecto, más frecuentes, como cuando una carga actúa sobre la rodilla flexionada y se trasmite a lo largo del eje del fémur (típico del choque de la rodilla del pasajero contra el salpicadero o del motorista contra un obstáculo).                                  

En portadores de prótesis total de rodilla la debilidad mecánica de la zona junto con la osteoporosis es causa frecuente de asentamiento de fracturas.                                  

Pueden ser supracondíleas altas y bajas (intrarticulares).  Lo más importante de las intrarticulares es el desplazamiento del fragmento distal que se encuentra en notable flexión respecto a la diáfisis por acción de los gemelos y desplazado hacia atrás arrastrado por la tibia.          

Según este fragmento distal se pueden clasificar en desplazadas, no desplazadas, impactadas y conminuta. Entre los desplazamientos nos podemos encontrar acortamiento, recurvatum, desplazamiento posterior y varo.    

   

b) Supraintercondíleas (fracturas intraarticulares con trazo en Y o en T): la fractura es completamente intra-articular por tanto el tratamiento debe conseguir no sólo la alineación de los fragmentos distales con respecto al proximal diafisario sino el de ambos cóndilos entre sí.            

El trazo de fractura suele ser transverso, conminuta e inestable, configurando una fractura en T o en Y, que se observará en la RX anteroposterior.

El mecanismo de producción es el propio de traumatismos de alta violencia por lo que suelen ir asociadas lesiones del aparato extensor. El desplazamiento de los fragmentos dependerá del mecanismo productor y de la tracción ejercida por los músculos;

c) Unicondíleas con trazo en el plano sagital: se producen por impacto recibido en un lado en una rodilla en extensión completa o ligera flexión o un movimiento violento de la misma que la lleve a un varo violento o a un valgo. El trazo de fractura es casi vertical, en plano sagital, con mayor o menor extensión hacia la diáfisis.

Si el ligamento colateral correspondiente está indemne reteniéndolo puede no sufrir desplazamiento el fragmento fracturado; en cambio si el ligamento colateral opuesto se rompe el cóndilo fracturado se desplaza ligeramente hacia arriba y atrás lo cual se apreciará en la RX anteroposterior y en la lateral aunque sea la RX oblicua la que delimite mejor la situación del cóndilo fracturado. 

d) Unicondíleas en plano frontal: es el tipo menos frecuente. Requiere que el impacto lateral o medial se reciba con la rodlla en flexión. En el plano frontal, la fractura del cóndilo medial se conoce como Fractura de Hoffa.

Pueden ser de distintos tamaños pero lo que es seguro es que el fragmento del cóndilo es posterior. Por tanto, el desplazamiento puede ser atípico, no existir o ascenso. El diagnóstico del tamaño y desplazamiento es evidente en la RX lateral de rodilla.

                                                                    

                                Fractura Supracondílea               Fractura Unicondílea           Fractura Supra-Intercondílea

Tratamiento Incruento o Conservador: Hoy en día es indicación de realizar el tratamiento quirúrgico.

  • Inmovilización con yeso o inmovilizador. 

  • Tracción contínua ósea o de partes blandas. 

  • Es muy rara y depende del estado del paciente y de los desplazamientos (jamás cuando haya desplazamientos)

Tratamiento Quirúrgico:

  • Restaurar la rotación axial,

  • Restaurar anatomía articular,

  • Restaurar longitud del miembro,

  • Conseguir estabilidad y movilización precoz.

Osteosíntesis:

  • Placas: DCS (Placa Condílea con Tornillo Dinámico), Placa Distal de Fémur Bloqueada, Placa LISS. (la utilización de alguna de ellas depende de la calidad ósea y el patrón fracturario).

  • Clavos Distales Acerrojados, se bloquearan con tornillos especiales para hueso osteoporótico.

  • En Fracturas Unicondíleas Simples se realiza la reducción abierta y osteosíntesis con tornillos.

  • En Fracturas Supraintercondíleas se realiza reducción abierta, compresión interfragmentaria y estabilización de la fractura. Las osteosíntesis que pueden usarse son la Placa Distal de Fémur Bloqueada, la Placa Acodada de 95º, la Placa Condílea Tornillo Dinámico (DCS), junto con tornillos interfragmentarios, Placa LISS (osteosíntesis mínimamente invasiva).

 Complicaciones:

  • Enfermedad tromboembólica venosa (TVP): profilaxis con HBPM.

  • Infección: profilaxis ATB.

  • Parálisis del ciático poplíteo externo. 

  • Consolidación viciosa por mala estabilización.

  • Lesión de la arteria poplítea. 

  • Pseudoartrosis y retardo en la consolidación.

  • Rigidez residual de la rodilla. Es casi inevitable tras una fractura supracondílea.

S.O.T.

Servicio de Ortopedia y Traumatología

Sanatorio Clínica Modelo de Morón

  

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