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Rehabilitación Posterior a una Cirugía por Fractura Lateral de Cadera

 

 

 

       

 

 

 

 

 

 

 

 

       

 

     

 

Las fracturas de la región de la cadera se corresponden con las que se producen en el extremo superior del fémur y son más frecuentes en los adultos mayores.

 

Aunque clásicamente se las divide en dos grupos: las de cuello del fémur y las de la región trocantérea, ambas van a necesitar una resolución quirúrgica.  

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La cirugía es la indicación básica del tratamiento de estas lesiones, ya que sólo con ella es posible que el pacien-te pueda volver cuanto antes a caminar e integrarse a sus actividades anteriores.

Cuando se trata de una fractura del cuello del fémur, y los fragmentos están muy separados, la extirpación de la cabeza femoral, seguido de la colocación de una prótesis, es la técnica más cómún, y es tanto más utilizada cuanto mayor edad tenga el paciente. Esto es así, por el hecho de que conservar la cabeza (que siempre ha de intentarse en pacientes más jóvenes) conllevaría a prolongar el tiempo de descarga del miembro inferior, situación que toleraría mal el anciano, y además se asumiría el riesgo de que apareciese como complicación una Necrosis Isquémica de dicho segmento, dado que en esa zona transcurren las arterias que nutren la cabeza femoral. No obstante, si se trata de pacientes no excesivamente mayores, con buen estado general, buena calidad ósea y si los fragmentos no se encuentran desplazados, puede valorarse la fijación de la fractura mediante tornillos y por lo tanto la conservación de la cabeza femoral.

 

En los casos de fracturas en la región trocantérea o también llamada fractura lateral (zona situada por debajo del cuello femoral), el objetivo del tratamiento es la reducción y fijación mediante dispositivos metálicos (placas, tornillos o clavos) que dan estabilidad a la fractura y permiten que el paciente pueda moverse y caminar en un breve lapso de tiempo. Hay que tener en cuenta que los resultados serán mejores si tales pacientes presentaban, con anterioridad a la fractura, un buen estado general y una idónea actividad funcional.

La rehabilitación con el kinesiólogo empieza inmediatamente después de la cirugía para restaurar el movimiento y la función de la cadera.

La cirugía de reducción abierta y fijación interna para las fracturas laterales, se realiza lo más rápido posible después de producida la lesión, estando el paciente internado, y de acuerdo a su estado hemodinámico y cardíaco. Luego de la evaluación prequirúrgica, se procede al tratamiento quirúrgico. Con incisiones mini-invasivas o pequeñas, en la parte externa de la región proximal del muslo o cadera, se colocan tornillos, placa y tornillo o clavo, para unir los fragmentos fracturados y permitir la consolidación fracturaria.

Los ejercicios de rehabilitación después de la cirugía suele tener lugar en fases: 

1) Fase uno:  

Empieza el día después de la cirugía para movilizar al paciente impidiendo la formación de escaras en la cola o en los talones. Los ejercicios se realizan acostado o sentado. Ellos son la movilidad del tobillo (ankle pump), se flexiona el tobillo hacia abajo y hacia arriba repetidamente, lo cual aumenta el flujo sanguíneo, ayudando a disminuir el riesgo de formar un coágulo sanguíneo (trombo) en la pierna, mientras la movilidad está limitada. Los ejercicios de fortalecimiento se realizan en el tobillo y rodilla del lado lesionado. También se realizan ejercicios de movilidad articular de la cadera. Si existe imposibilidad de mover en forma activa la cadera, el kinesiólogo podría moverla para proteger los músculos que fueron incididos durante la cirugía. Se sienta al paciente al borde de la cama en las 4 comidas (desayuno, almuerzo, merienda y cena) para realizar ejercicios de flexo-extensión de rodillas y tobillos.

2) Fase dos:

En esta etapa comienza el soporte de peso en la cadera lesionada. Esta fase puede comenzar a las 48 hs. o dos semanas después de la cirugía, dependiendo de la estabilidad, conminución o grado de osteoporosis que presente el hueso. Podrán realizarse ejercicios usando un andador, bastones canadienses o muletas, permitiendo la carga parcial o total del peso del cuerpo en el miembro inferior donde está la fractura. Continúa con ejercicios de contracción muscular de cuádriceps y gemelos. Se realizan también ejercicios con bandas de resistencia o tobilleras con pesas.

3) Fase tres:

Los ejercicios de rehabilitación de esta etapa empiezan alrededor de seis semanas después de la cirugía. Para entonces, el paciente ya puede cargar todo su peso sobre el miembro inferior lesionado. Se realizan ejercicios de equilibrio para prepararse para caminar sin o con un bastón y en un terreno desparejo. Presenta marcha claudicante, por déficit del músculo glúteo medio, dado por el tiempo de reposo o por el mismo acto quirúrgico, por lo tanto hay que realizar ejercicios específicos para darle nuevamente fuerza y estabilidad a la cadera. Hay ejercicios para ayudar a subir escaleras y simplificar movimientos como para salir y entrar en un auto o en la bañera. Los ejercicios de resistencia, incluyendo la bicicleta fija, actividades en pileta o en escalador reclinado, son incorporadas y podrían continuar como parte del plan de ejercicios a largo plazo.

 

 

 

 

 

 

S.O.T.

Servicio de Ortopedia y Traumatología

Sanatorio Clínica Modelo de Morón

  

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