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Síndrome de Fricción Femoro-Patelar

 

 

 

       

 

 

 

       

 

 

 

El Síndrome de Fricción Femoro-Patelar es el término que utiliza para referirse a una serie de afecciones de la rodilla (por ej. Síndrome de dolor femororrotuliano y Condromalacia rotuliana), o sea, lesiones entre la rótula y el fémur.

Es la lesión más común entre los corredores como consecuencia de la sobrecarga, pero también puede afectar a otros atletas que realizan actividades que requieren la flexión constante de la rodilla (ciclismo, salto, esquí, vóley o básquet).

Esta lesión se produce cuando la rótula se desplaza de manera incorrecta a lo largo de la hendidura del fémur, conocida como surco femoral, cuando se dobla y se estira la rodilla. En las rodillas sanas, la rótula descansa sobre el surco femoral y se desplaza con facilidad hacia arriba y hacia abajo cuando usamos la rodilla. Pero cuando la rótula está fuera de lugar, puede irritar el surco femoral y desgastar el cartílago que se encuentra debajo de la rótula, y producir dolor en la rodilla.

           (Izquierda) La rótula normalmente descansa en un surco pequeño

                                en el extremo del fémur llamado Surco Troclear.

                 (Derecha) A medida que flexiona y extiende la rodilla, la rótula se

                                desliza hacia arriba y hacia abajo dentro del surco.

El Síntoma más común es la sensibilidad o el dolor a ambos lados de la rótula, generalmente hacia el centro o la parte posterior de la rodilla donde se juntan la rótula y el fémur. Además, la rodilla puede inflamarse. Generalmente, el dolor es más intenso cuando se flexiona la rodilla (al caminar, arrodillarse, agacharse, subir o bajar escaleras o correr).

También puede ocasionar dolor al caminar o correr en pendiente descendente. Puede sentir dolor al estar sentado mucho tiempo con la rodilla flexionada, como ser en el cine o en el trabajo. En algunos casos, la persona puede experimentar una sensación de estallido o chasquido, o de que la rodilla está fallando.

Si pasa un tiempo sin tratarse, esta afección puede dañar el cartílago de la rodilla y acelerar la aparición de la lesión en el cartílago de la Rótula (Condromalacia Rotuliana) y Artrosis.

Cuando consultes a nuestros especialistas de rodilla, éstos revisarán tu historia clínica y te harán preguntas acerca de los síntomas que experimentas y las actividades que realizas. Asegúrate de informarle si has incrementado la cantidad de actividad física y con qué frecuencia la desarrollas. Revisarán la alineación de la rótula, el muslo y la parte inferior de la pierna, y la amplitud de movimiento. También revisarán la rótula para detectar signos de sensibilidad o luxación. Puede pedirte que te agaches, saltes o te recuestes para poder evaluar la fortaleza y movilidad de la rodilla.

Se solicitarán estudios que crean necesarios, como radiografías (frente, perfil y axial de rótula), donde se mi-den diferente ángulos para evaluar la posición de la rótula con los cóndilos femorales o resonancias magnéticas (RNM), para ver si existe algún daño en la estructura de la rodilla (rótula o fémur) o en los tejidos conectados a ella (ligamentos, meniscos o tendones).

El síndrome de fricción femoro-patelar puede producirse por varios motivos, en general relacionados con los músculos y los huesos del miembro inferior. Algunas de las causas más comunes son:

  • Un traumatismo directo en la rodilla. Caerse sobre las rodillas o golpearse puede mover la rótula o desplazarla fuera de lugar, lo que hace que se deslice de manera incorrecta por el surco femoral.

  • Entrenamiento excesivo o sobrecarga. La flexión continua de la rodilla puede irritar los nervios que rodean la rótula y distender los tendones al punto en que duele.

  • Alteraciones anatómicas óseas. Rotación interna del fémur o la rotación externa de la tibia, Rodilla en valgo, Displasia de los cóndilos femorales (los cóndilos femorales no tienen el tamaño adecuado, son más pequeños y no van a proporcionar un espacio suficiente para el asentamiento de la rótula, requisito previo para la subluxación de la rótula), Hipoplasia o displasia rotuliana (el desarrollo de la rótula es insuficiente)

  • Alteración del Ángulo "Q". Es el ángulo entre dos líneas imaginarias trazadas: El primero desde la Espina Ilíaca Antero-superior al centro de la rótula y el segundo desde el centro de la rótula a la línea media de la tibia. Mayor de 10° en los hombres y 15º en las mujeres.

  • Desalineación de la rótula. Si la rótula está desalineada, ciertas actividades como correr o andar en bicicleta pueden desgastar el cartílago de la rótula (Condromalacia Patelar) y producir dolor e irritación en el hueso subyacente y en el cartílago articular.

  • Músculos de la pierna débiles o contracturados. Los músculos Isquiotibiales y los Gemelos contracturados pueden aplicar presión excesiva en la rodilla cuando corres, y el Cuádriceps (sobre todo Vasto interno) si está débil puede producir desalineación de la rótula.

  • Problemas del pie. El pie plano, también llamado arco vencido, puede estirar los músculos y los tendones de la pierna y causar dolor en la rodilla (Tendinitis de la Pata de Ganso o de la Banda Iliopectínea).

       

La buena noticia es que puedes tomar precauciones para evitarla. Si vas a realiza una actividad que ejerce mucha presión sobre las rodillas, sigue estos consejos:

  • Debes precalentar y elongar antes de correr o de realizar alguna otra actividad intensiva de la rodilla, y asegurarte de elongar nuevamente cuando termines. Si mantienes los músculos de las piernas fuertes y flexibles, proporcionarán un mejor soporte para las rodillas y será menos probable que se irriten cuando ejercitas.

  • Debes mantenerte un peso corporal acorde. Cuanto mayor sea tu peso, más peso tendrán que soportar tus rodillas a cada paso que hagas. Si mantienes tu peso corporal controlado, puedes minimizar la tensión sobre las rodillas y disminuir la posibilidad de daño.

  • Debes utilizar zapatillas para correr adecuadas. Compra un buen par de zapatillas para correr, adecuadas al tamaño de tu pie, con mucho soporte y reemplázalas por un par nuevo cuando estén gastadas o las suelas comiencen a perder la forma. Si tienes pie plano, considera usar plantillas ortopédicas hechas a medida.

  • Trata de correr sobre superficies suaves y planas. Las superficies de asfalto y cemento generan una tensión adicional sobre las rodillas. En la medida de lo posible, trata de correr sobre césped, tierra o sobre una pista sintética que tenga una superficie más suave. Correr en pendiente descendiente en línea recta también puede generar molestias en las rodillas. Debes bajar las pendientes, caminando o corriendo, en zig zag.

  • Debes incrementar la intensidad de los ejercicios gradualmente. Debes ir aumentando gradualmente la distancia del recorrido a la que quieres llegar. Si estás acostumbrado a correr solo dos kilómetros aproximadamente, no intentes correr 5 kilómetros de repente. Hazlo gradualmente con una serie de pasos intermedios.

El tratamiento depende del problema específico que está ocasionando el dolor. Afortunadamente, esta afección rara vez requiere cirugía y la mayoría de los casos se curan con el tiempo. Independientemente de cuál sea la causa de tu caso en particular, aquí tienes algunos consejos sobre lo que tienes que hacer frente a la primera señal de dolor:

  • Interrumpe todo tipo de actividad que lastime tu rodilla. Esto significa que no debes correr, andar en bicicleta o esquiar hasta que el dolor desaparezca y puedas retomarlas sin dolor.

  • Emplea la fórmula DICE lo antes posible:

    • Descanso. Evita poner peso sobre la rodilla lo más que puedas.

    • Hielo. Utiliza una bolsa de hielo o una compresa fría para reducir la inflamación.

    • Compresión. Utiliza una venda elástica o una rodillera ajustada con abertura para la rótula.

    • Elevación. Recuéstate y eleva la rodilla a una altura por arriba del nivel del corazón.

  • Toma antiinflamatorios. Los analgésicos como el ibuprofeno pueden ayudar a aliviar el dolor y reducir la inflamación de la rodilla.

  • Realiza ejercicios de elongación y fortalecimiento. Una vez que el dolor y la inflamación disminuyan, consulta a un especialista para que te indique una rutina de ejercicios para mejorar la flexibilidad y la fortaleza de la rodilla.

  • El Taping es la mejor manera de controlar el dolor de un Síndrome Femoro-patelar. Popularizado inicialmente por McConnel con un vendaje rígido, este vendaje se realiza ahora con un tape elástico llamado Neuropropioceptivo, igual de eficaz pero mucho más cómodo. Existen diferentes variedades de estos pro-ductos para este tipo de vendaje con efectos muy similares si se utiliza la misma técnica de ejecución.

  • Utiliza un soporte para el arco en las zapatillas. Si la causa del dolores el pie plano, el especialista puede indicarte plantillas ortopédicas para mejorar el apoyo del pie y así aliviar el dolor de la rodilla.

En raras ocasiones, puede ser necesaria cirugía. Si el médico decide que esta es la mejor opción, debe recomendar uno o dos tipos de cirugías:

  • La artroscopía les permite a los cirujanos quitar fragmentos dañados de la rótula mediante una pequeña incisión.

  • Con un procedimiento quirúrgico se puede realinear la rótula y reducir la presión sobre el cartílago y otras estructuras de apoyo.

Ante todo, cuando tengas dolor en la rodilla, si sos corredor frecuente o no, concurre a nuestro servicio y serás evaluado y tratado en base al conocimiento de nuestros especialistas en la Unidad de Artroscopía - Traumatología del Deporte.

S.O.T.

Servicio de Ortopedia y Traumatología

Sanatorio Clínica Modelo de Morón

  

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